Un desastre ecológico de grandes magnitudes sobre la desembocadura del río Santa Ana, en el océano pacífico en California (EE. UU.), tras el derrame de petróleo desde el pasado fin de semana.
El temor y la preocupación se siente en Huntington Beach, la localidad más afectada por dicho derrame que se presentó el sábado anterior en la plataforma marina Elly, y ya ha arrojado al mar unos 570.000 litros de petróleo, según las autoridades.
Ya las comunidades vecinas al área del desastre manifiestan que sobre el municipio costero se percibe un olor fuerte a petróleo, y se observa a la distancia las labores de mitigación y recuperación del territorio afectado, donde predominan las manchas negras sobre el océano.
Para las labores de recuperación, ya que se han colocado balizas de color blanco en el mar para evitar que el petróleo siga su marcha hacia la playa.
Ayer lunes en conferencia de prensa, Martyn Willsher, presidente de la empresa Amplify Energy, propietaria del oleoducto afectado, señaló que aún no se sabe el motivo del derrame de crudo que generó el desastre ecológico.
La supervisora del condado de Orange, Katrina Foley, señaló que el desastre ecológico que ha provocado la muerte de miles de aves y peces generó el cierre de las playas durante semanas o quizás meses. ¨El impacto en el medio ambiente es irreversible¨, indicó Foley.