El matoneo también mata, Por: José Consuegra Bolívar

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La opinión  y el criterio del autor son de su completa responsabilidad.

Por: José Consuegra Bolívar 

Imposible no impactarse y conmoverse con las imágenes de los padres frente al cadáver de Drayke Hardman, el niño de 12 años que se quitó la vida, en Estados Unidos, por causa del bullying del que era víctima en su escuela. La familia tomó la drástica decisión de ventilar públicamente su dolor para llamar la atención sobre este tipo de maltrato y sus nefastas consecuencias. “Este es el resultado de la intimidación, mi chico guapo estaba peleando una batalla de la que ni yo podía salvarlo. Es real, es silencioso y no hay absolutamente nada que puedas hacer como padre para quitar este profundo dolor”, escribió el papá en el mensaje junto a las fotos.

Justamente, en días recientes trascendió ante la opinión pública la denuncia de agresión contra un menor de edad en los baños de un colegio de Barranquilla, situación que ha encendido las alarmas de los padres de familia.

Tristemente, el matoneo en el entorno escolar es una situación que emerge paralelamente al regreso de los estudiantes a las aulas de clases, con el agravante de las condiciones particulares de cada niño o joven luego de prácticamente dos años de encierro a causa de la pandemia. Aunque, igualmente, durante el tiempo de cierre de escuelas, se advirtió una gran incidencia del fenómeno del ciberacoso. Un estudio publicado por la Unión Europea advierte que en Europa, el 44 % de los niños que sufrían este problema antes de la covid-19, señalaron que aumentó durante el confinamiento.

Según la Unesco, en el mundo, uno de cada tres estudiantes ha sido acosado por sus compañeros en la escuela. En Colombia, la cifra sería uno de cada cinco, según diferentes análisis; estadísticas de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras arrojaron que entre marzo de 2020 y marzo de 2021 se registraron 8981 casos graves de bullying, una cifra considerada grave.

La psicóloga Zulgenis Fornaris, doctora en Métodos Alternos de Solución de Conflictos, explica que, así como los niños requieren alimento, útiles, vestuario, etc., también necesitan sentirse protegidos, aceptados y no discriminados, por lo que el cuidado y acompañamiento tanto en el hogar como en las escuelas debe ser permanente; obviamente, sin dejar de promover su autonomía.

En su opinión, el reto de la escuela en este tiempo es revisar qué está haciendo, qué tipo de estudiante está formando y si estamos promoviendo la capacitación integral que abarque no solamente el conocimiento o el saber sino el ser y la convivencia en sociedad. Es clave que el entorno escolar provoque experiencias positivas para promover sensibilidad interpersonal, empatía, manejo de emociones y habilidades comunicativas pues es común que a los niños les cueste o no sepan cómo manifestar vivencias como el matoneo, lo que implica que se perpetúen por el silencio.

El involucramiento de los padres y de la sociedad en este asunto es vital para frenar el bullying; no solo es preciso denunciar sino buscar las causas y actuar para evitar casos tan dolorosos como el del pequeño Drayke.

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Dr. José Consuegra Bolívar. *Rector de la Universidad Simón Bolívar, Barranquilla.

Médico Cirujano, Magíster en Proyectos de Desarrollo Social y con Estudios de Postgrado en Dirección Universitaria por intermedio del Simposio Permanente sobre la Universidad, Egresado del programa de Liderazgo Universitario de la Escuela de Educación de Harvard University. Con alto sentido de responsabilidad y compromiso con el mejoramiento permanente de la calidad de la educación superior en Colombia.

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