Reflexión, reconciliación y descanso, Por: José Consuegra Bolívar

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La opinión  y el criterio del autor son de su completa responsabilidad.

Por: José Consuegra Bolívar 

En este ámbito es importante resaltar mensajes como los del papa Francisco, en los últimos días de la cuaresma, acerca de la urgente atención y cooperación con los migrantes y refugiados como consecuencia de profundos conflictos como el que vive Ucrania.

 

Con el Domingo de Ramos comenzó la más importante conmemoración del catolicismo, la Semana Santa, que honra la fe y los dogmas religiosos sobre la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Por estos días, las iglesias católicas se aprestan a recibir a gran cantidad de fieles que año tras año reviven estos momentos y aguardan las enseñanzas eclesiásticas, al igual que organizan hermosas y sentidas procesiones en el marco de la fe de la colectividad, que forman parte integral de la cultura de nuestra sociedad, con tradición y arraigo, como la del Santo Sepulcro, de la iglesia San Nicolás de Tolentino en Barranquilla o la de Sabanalarga, en el Atlántico; las de Mompox, Bolívar y en Popayán, en el Cauca, esta última reconocida por la Unesco debido a su valor patrimonial.

El bello cierre de los días santos, con la Pascua, correspondiente al Domingo de Resurrección, que será este 17 de abril, es una festividad llena de gozo y júbilo, así como también es vivida con mucha alegría por la niñez con costumbres gastronómicas arraigadas en varios países como el intercambio de chocolates en forma de huevos.

Creyentes y no creyentes también emplean este tiempo para hacer una pausa necesaria en las actividades cotidianas, en la medida de lo permitido por sus entornos laborales. El descanso, bien sea en casa o en algún destino turístico, es conveniente para desconectarse del trajín habitual y reconectarse con los seres queridos, las amistades y la fe o las creencias de cada quien. No faltan tampoco los tradicionales “rasguñaos” o dulces preparados en los hogares del Caribe con frutas, granos y tubérculos propios de la región, ofrecidos en puestos en parques y plazas, que provocan el deleite de todos.

En este ámbito es importante resaltar mensajes como los del papa Francisco, en los últimos días de la Cuaresma, acerca de la urgente atención y cooperación con los migrantes y refugiados como consecuencia de profundos conflictos como el que vive Ucrania. “Escuchamos la súplica sofocada de millones de migrantes cuyos derechos fundamentales son violados, a veces lamentablemente con la complicidad de las autoridades competentes. No son números, sino personas de carne y hueso, rostros, sueños a veces rotos”, mencionó recientemente en su cuenta de Twitter, en un llamado a la sociedad global en estos días considerados santos por la fe católica.

Independientemente de las creencias e ideologías, la humanidad debe practicar uno de los principios de la fe cristiana que reconoce y se valida entre los valores positivos humanos como es la solidaridad, y rechazar al unísono la vulneración de los derechos de las personas y, muy especialmente, de la población civil en entornos de guerra.

Disfrutemos de estos días en un contexto de unión familiar, meditemos sobre nuestra realidad vivencial y los proyectos a futuro, reconciliémonos con quienes mantenemos diferencias y reflexionemos acerca de cómo y qué podemos aportar a la convivencia y el bienestar general desde nuestros espacios.

Feliz Semana Santa para todos.

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