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Por: José Consuegra Bolívar
Hoy, en medio de la abismal tristeza que me causa decirle el adiós definitivo al notable académico, al excelente directivo universitario, al permanente consejero y, especialmente, al amigo, me enorgullece y honra haber compartido su cálida amistad y haber gozado y aprendido de su sabiduría y su pasión por las ciencias básicas biomédicas y la investigación científica.
Cuán doloroso es despedir de este mundo a un amigo entrañable y mucho más cuando la huella de su paso por la vida fue sumamente valiosa, fecunda y trascendente. Es el caso del doctor Carlos Francisco Corredor Pereira, reconocido académico que dedicó hasta los últimos días de su vida a su gran pasión: la consolidación de las ciencias básicas y la investigación científica en los procesos académicos de la educación superior.
Oriundo de Bogotá, de dimensión mundial, Carlos Corredor era máster en Ciencias de la Bioquímica Médica, de la Universidad de Missouri y Ph.D. en Bioquímica, de la Universidad de Duke. En su amplio recorrido por la academia fue director de posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad del Valle y su primer vicerrector de investigaciones. Luego fue decano de la Facultad de Ciencias en la Universidad Javeriana y dirigió la Maestría en Bioquímica Clínica de la Universidad de San Buenaventura. Posteriormente, asumió la creación de la Facultad de Ciencias Básicas y Biomédicas en la Universidad Simón Bolívar, de la cual fue su primer decano, y fungió hasta el último día de su vida como vicerrector de Regionalización, asumiendo la Dirección General de la sede en Cúcuta.
Por su liderazgo y reconocidos méritos académicos fue cofundador de la Asociación Colombiana de Ciencias Biológicas, de la Asociación Colombiana de Facultades de Ciencias y de la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia. Fue miembro activo de la Academia de Medicina del Valle del Cauca, de la Academia Nacional de Medicina, de la Sociedad Colombiana de Alergia e Inmunología, de la Panamerican Association of Biochemical Societies y de la Sociedad Española de Bioquímica. Por ser un hombre culto no solo se destacó en su área de las ciencias duras, también fue miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander y de la Academia de Estudios del Caribe, y columnista de medios de comunicación como el periódico La Opinión. Publicó más de 50 artículos científicos y 20 informes de política educativa en revistas de entidades académicas y educativas.
A este prohombre de la ciencia tuve el privilegio de conocerlo hace 14 años en una reunión de la comisión tripartita en la que él participaba como comisionado de la Sala de Salud de la Comisión Intersectorial de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Conaces) y yo como consejero del Consejo Nacional de Educación Superior; desde el primer cruce de palabras iniciamos la construcción de una entrañable amistad.
Hoy, en medio de la abismal tristeza que me causa decirle el adiós definitivo al notable académico, al excelente directivo universitario, al permanente consejero y, especialmente, al amigo, me enorgullece y honra haber compartido su cálida amistad y haber gozado y aprendido de su sabiduría y su pasión por las ciencias básicas biomédicas y la investigación científica. Su vida se apagó y le da paso a un legado de sabiduría que perdurará por siempre.
Coletilla: Esta semana se nos fue otro gran académico, el doctor Carlos Bell Lemus. Paz en sus tumbas.
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Dr. José Consuegra Bolívar. *Rector de la Universidad Simón Bolívar, Barranquilla.
Médico Cirujano, Magíster en Proyectos de Desarrollo Social y con Estudios de Postgrado en Dirección Universitaria por intermedio del Simposio Permanente sobre la Universidad, Egresado del programa de Liderazgo Universitario de la Escuela de Educación de Harvard University. Con alto sentido de responsabilidad y compromiso con el mejoramiento permanente de la calidad de la educación superior en Colombia.